Leo en la prensa una interesante opinón que lleva por título Residencias, paro y familia ( El Periódico de Aragón - 28/04/2011 ). Según ella, en Aragón el paro está llevando a familias que tenían a un mayor recibiendo atención profesional en na residencia, a llevarlo de vuelta a casa. Lo dicen desde ACASSA, patronal aragonesa de residencias.
Este es un fenónemo que puede estar siendo potenciado por la Ley de Dependencia que sitúa a muchas familias en una injusta tesitura: ¿Prefiere cuidar a su madre en casa con una ayuda de 500 Euros y quedándose además con su pensión o prefiere que ingrese en una residencia y paga una parte de la pensión como copago?. El aspecto clave no se pregunta ¿Necesita su madre una atención profesional para mantener una calidad de vida adecuada que sólo puede prestarse en una residencia o puede cuidarla usted correctamente en casa?
Resulta enormemente injusto hacer sólo la primera pregunta pero quien la hace es una administración que sabe que no tiene dinero para dar cumplimiento a los derechos que genera la Ley de Dependencia y ha decidido, en vez de cambiar la Ley, retorcerla y disfrazarla para que parezca que se cumple.
Con casi cinco millones de parados y un gobierno que nos dice que ya hemos alcanzado el máximo desempleo y que a partir de ahora mejoraremos (¿No nos dijeron eso cuándo alcanzamos los cuatro millones?), nos queda sólo la esperanza de que algo cambie y, por lo menos se plantee también la segunda pregunta.
Mientras tanto, me gustaría invitar a los responsables de residencias que leen este blog a que me escriban y me digan si han vivido algún caso en el que una familia se haya llevado a su mayor a casa para poder cobrar la prestación de la ley de Dependencia de cuidados en el entorno familiar.
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