Cuando la Generalitat hizo público su Acuerdo de Gobierno (GOV/19/2003) en el que reducía las pagas extras de los funcionarios y aplicaba una rebaja equivalente a los conciertos y contratos de gestión del Institut Català d'Assistència i Serveis Socials me pareció que algo muy malo estaba a punto de pasarles a las residencias de mayores de Cataluña.
Cuando las patronales se fueron posicionando al respecto, emitiendo comunicados, reuniéndose y denunciando públicamente lo que estaba haciendo la administración, mi preocupación fue en aumento. Incluso llegué a hablar con alguien de la administración que me dijo que estaban trabajando para corregirlo, con lo que deduje que el problema existía.
Sólo una patronal, ACRA, parecía anormalmente tranquila. Ellos habían encargado un informe jurídico del qual se deducía que el acuerdo de la Generalitat no era de aplicación al sector y concentraban sus argumentos e indicaciones a la administración, no tanto en si había o no una rebaja de los conciertos del 7% sino en que no se debía bajar la cantidad presupuestada para este fin en los presupuestos de 2013.
Me parecieron unos insensatos.
Leí diez veces el acuerdo de gobierno y el informe jurídico encargado por ACRA y no podía más que estar en desacuerdo con su interpretación.
La cosa siguió adelante y todo el sector, menos ACRA escribió conjuntamente a tres consellers avisándoles de lo desastroso que sería aplicar la rebaja prevista en el acuerdo. De nuevo, ACRA actúo según su criterio y escribió al president Mas advirtiéndole de lo terrible que sería plantearse rebajas en los conciertos (sin entender que ya estuviesen planteadas) o reducir el presupuesto de servicios sociales para el año que viene. Todos estos movimientos fueron apareciendo en sucesivas noticias en Inforesidencias.com, portal de las residencias geriátricas.
El día 18 de abril la Consellera Neus Munté ha comunicado a ACRA que el acuerdo de gobierno y la consiguiente rebaja no le es de aplicación a los "proveedores privados de servicios sociales vinculados por un contrato de gestión de servicio público en sus diferentes modalidades".
Al leerlo me he quedado felizmente de piedra.
Feliz porque bien está lo que bien acaba. De piedra porque el argumento de la Comisión de Retribuciones y Gastos de Personal de la Generalitat (Comissió de Retribucions i Despeses de personal) , según aparece en la carta de la consellera, es el mismo que defendía ACRA en su informe jurídico.
Parece que no fueron insensatos después de todo y que su posición era la más ajustada a lo que pensaba hacer la Generalitat. Yo me equivoqué en la interpretación y, lo que siento es que, si volviese un mes atrás, creo que, con la información que tenía, volvería a equivocarme. Pero eso ya da igual.
Lo más importante, por supuesto es que las residencias concertadas y las públicas gestionadas seguirán estando, en su relación con la administración, tan mal cómo hasta ahora, pero no peor. Una buena noticia que en estos momentos sólo puede alegrarnos.
Es penoso que podamos llegar a pensar que algo que ya está tan mal pueda realmente empeorar pero, lamentablemente, es así. El sector de la dependencia, aún siendo el más delicado y frágil de nuestra sociedad sigue sufriendo los azotes y las consecuencias de nuestra falta de conciencia con los hechos que día a día acontecen en la vida cotidiana de nuestros mayores. Hemos llegado a tal extremo que no nos asusta ya nada porque creo que hace tiempo que, en el fondo, sabemos que hemos traspasado las barreras de la dignidad social y humana. No nos queda más que hacer un poco de examen de conciencia y preguntarnos hasta donde seremos capaces de llegar. Esta pregunta es un reto que ojala nos haga reflexionar y nos impulse a frenar el declive de la calidad de vida que está invadiendo nuestros centros asistenciales.
ResponderEliminarEl declive en la calidad de vida lo veo muy fuerte la expresión, por mi parte en mi caso no existe y como espero en el caso de muchas residencias, el personal es el que da la calidad
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