La Ministra Mato tiene a cuatro grupos de expertos trabajando en propuestas para mejorar la Ley de Dependencia y hacerla más sostenible.
Seguro que no soy tan experto como los que están en esos grupos pero, últimamente tengo el ego un poco subido ya que, de momento, casi todas las medidas que se están tomando coinciden con las que llevo planteando en este blog desde hace años. Desde "Acciones necesarias para salvar la Ley de Dependencia" en 2008 a "La Gemela Siniestra" o "Pajín en el País de las maravillas" en 2010 y 2011. Dejando de lado la obvia modificación de la prestación económica para el cuidador no profesional de forma que volviese a ser excepecional (tal como dice la Ley) propuse una moratoria para la dependencia moderada que permitiese centrarnos en la atención de los grandes dependientes, o la modificación del copago.
A medida que se ven tomando las medidas la pregunta que me hago es obvia, ¿si se hubiesen tomado hace cuatro años no estaríamos un poquito mejor?
Lo cierto es que sí, y lo cierto también es que no hace falta demasiados cambios para encarrilar la situación.
El establecimiento de requisitos más severos para las prestaciones para el cuidador familiar ya se intentó en 2010 pero, fueron tan chapuceros nuestros gobernantes que fracasaron, como predije en "Sobre lo excepcionalmente excepcional"; el establecimiento de un sistema común de copago también se intentó de forma chapucera en 2008, tan chapucera que fue declarado nulo por el Tribunal Supremo. El establecimiento de un sistema de valoración común después del fracaso del primero también se intentó en 2010 (nuevo fracaso).
Que los datos sobre los que se había basado el cálculo de los dependientes eran erróneos también lo sabíamos (pueden verlo en "¿Estaba apañado el Libro Blanco de la Dependencia?").
O sea, que los expertos de los cuatro grupos tienen todos los retales para poder hacer el nuevo traje. Quizás lo que les falte es el patrón que les permita saber qué es lo que están cosiendo. Yo creo que deben pensar en un sistema de dependencia basado en cuidados profesionales para grandes dependientes con un nivel de participación económica del usuario que oscile entre el 0% y el 100% del coste del servicio dependiendo de la capacidad económica y con un sistema verdaderamente común de valoración de la dependencia, asignación de recursos y acreditación de prestadores. Si encima nos lo hacen sostenible a quince años vista...
No hay comentarios:
Publicar un comentario