martes, 6 de mayo de 2014

TRES CLAVES Y DIEZ CONSEJOS A LA HORA DE ELEGIR UNA RESIDENCIA PARA PERSONAS MAYORES


Las tres claves alrededor de las cuales giran todo lo demás son servicio, localización y precio.

Comprobar si el servicio que ofrece la residencia geriátrica que visitamos se adecua a las necesidades de la persona mayor que será residente requiere analizar, tanto en la web de la residencia, como en el material escrito que entreguen, como directamente durante la visita algunos aspectos:

1. Higiene y Salubridad: Las condiciones de limpieza y salubridad deben óptimas. Un buen indicador en este sentido es el olor.



2. Accesibilidad: Como muchas personas mayores tienen que circular en silla de ruedas o con un andador. Una buena residencia debe ser espaciosa. Una buena forma de mirar si lo es puede ser comprobar cómo circulan las personas por la misma y si hay muchas marcas de desgaste en las paredes y puertas.



3. Atención individualizada del residente: Las residencias deben llevar un correcto sistema de seguimiento individualizado de cada uno de los residentes. Una forma de comprobar si lo hace es preguntar cómo se elabora el Plan Individual de Atención (PIAI) de cada residente y cada cuánto se revisa.



4. Equipo de profesionales y cuidadores: Lo más valioso de una residencia geriátrica no es el equipamiento sino el equipo de profesionales. Este puede ser más o menos amplio y puede llegar a incluir, además de las gerocultoras (cuidadoras), médico, psicólogo, enfermera/o, fisioterapeuta, terapeutas ocupacionales, trabajador social, terapeuta ocupacional, animador, psicólogo y otros



5. Formación del personal: Las buenas residencias de mayores forman continuamente a su personal. Una forma de saber si la residencia que visitamos es de las buenas es preguntar por su programa de formación y cuáles han sido las últimas acciones que han llevado a cabo.



6. Qué incluye el precio: La residencia de personas mayores es un sustituto del hogar para personas dependientes. Por eso vale la pena mirar qué incluyen los servicios que ofrece. Como mínimo estos serán de carácter hotelero/manutención y asistenciales.



7. Sobre la alimentación: Todas las residencias de tercera edad ofrecen menús adaptados a las necesidades de los residentes. Hay que saber si la que visitamos, además ofrece opción de menús, posibilidad de pedir comida entre horas u otras opciones. Cuántas más opciones ofrezca la residencia, mejor puede acabar siendo la experiencia de vivir en ella.



8. Servicios complementarios: Tiene que ver con el punto referido a lo que incluye el precio. Muchas residencias geriátricas ofrecen servicios de peluquería o podología. Hay que saber si se ofrecen y si habrá que pagarlos a parte. Algunas residencias también ofrecen servicios de acompañamiento al exterior, transporte adaptado u otros.



9. Proceso de acogida: Como ir a vivir a una residencia de mayores resulta una experiencia muy intensa. Hay que informarse sobre cómo se lleva a cabo ese proceso en la residencia que visitamos. ¿Existe un protocolo que ayude al residente en su adaptación? ¿Nos lo pueden explicar?



10. La atención continuada: Con casi toda seguridad la persona mayor que ingresa en una residencia geriátrica tenga unas necesidades en el momento del ingreso que se vean incrementadas con el tiempo.   Hay que saber si la residencia de mayores está preparada para afrontar esa evolución y si la misma planteará cambios en el precio.



Sobre la localización de la residencia de tercera edad hay que tener en cuenta que, una vez la persona haya ingresado, lo más positivo es que no pierda el contacto con su entorno familiar y social. Eso quiere decir que deberíamos buscar una residencia geriátrica que esté cerca de su domicilio anterior lo que permita que familia y amigos le visiten. Para encontrarla lo mejor es utilizar un portal de internet que permita localizar residencias para mayores

Sobre el precio. Tengamos en cuenta que una residencia de tercera edad ofrece por un lado unas instalaciones adaptadas y por otro un equipo de profesionales (de media entre un tercio y media jornada completa de atención por residente). Cuando se piensa en el precio de la residencia hay que considerar que por unos 65€ al día muchas residencias ofrecen un servicio completo 24 horas al día 365 días al año. ¿Es caro? O ¿Es costoso?



Algunas residencias geriátricas privadas cobran un depósito y algunas otras tienen precios más bajos pero ofrecen servicios como complementarios. Como suele hablar mucha variedad de precios, vale la pena preguntar, comparar y negociar.



Por desgracia las ayuda públicas que se ofrecen a través de la Ley de Dependencia suelen requerir de una tramitación burocrática larguísima y muy costosa por lo que, iniciar el procedimiento no nos evitará la necesidad de buscar una residencia privada hasta poder recibir algo de la Ley.

Autor del post Josep de Martí

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