lunes, 15 de octubre de 2012

ME QUEDÉ SIN TEQUILA POR NO SER DE MADRID

Ya estoy de regreso del Congreso de Guadalajara (México) y durante las próximas semanas escribiré sobre una iniciativa para montar una cadena de centros de día, un complejo hospitalario asistencial y otras que me han demostrado que en México, a pesar de sus problemas, existe una potente y dinámica emprendeduría.


Pero en el viaje de regreso me ha pasado una cosa que querría compartir con quienes leis este blog.


Tengo el billete para este viaje desde el mes de Enero.  En la confirmación de la reserva dice en "detalles del vuelo" que es un trayecto Barcelona-México (IB6403)  y México-Barcelona (IB6400) con una "parada reducida".  Por mucho que lo busque, no encuentro escrito dónde se producirá esa "parada reducida".


En la ida descubrí, al imprimir la targeta de embarque, que, como no podía ser de otra forma, la parada era en Madrid.  El día del viaje se me desveló lo que Iberia entiende por "parada reducida": bajar del avión, cambiar de terminal en un trenecito subterráneo, pasar un nuevo control de seguridad, esperar unas dos horas y tomar un nuevo avión a México.

Después de esta semana tan interesante, tocaba el regreso, y me imaginé que sería igual, pero en esta ocasión hubo una variación.  En la tienda Duty Free del aeropuerto de México DF compré una botella de tequila. Una señorita muy amable me preguntó a qué país volaba y al enseñarle la tarjeta de emarque con destino Barcelona me dijo que entonces no había problema, precintó la bolsa y me dió la factura.


Al llegar a Madrid me di cuenta de que sí había problema, aunque sólo para los no madrileños.


Si mi viaje hubiese acabado en Madrid, habría salido tan pancho por la puerta con mi  tequila.  Pero, aunque mi parada era "reducida" me hicieron pasar por un control y me dijeron que la botella no podía entrar por contener líquido.  De nada sirvió que les dijese que no venía "de fuera", que de hecho, ni siquiera estaba cambiando de vuelo.  Una persona del control me dijo que tenía la opción de salir a la zona de facturación y, en el mostrador de Iberia facturar la botella. Así que,  como la "parada reducida" te da tiempo para hacer muchas cosas, salí, subí dos plantas e hice un poco de cola para ser informado de que, como la botella era "equipaje adicional" tenía que pagar 60€ si quería facturarla.  Mis intentos por explicar que no cambiaba de vuelo aunque sí de avión no impresionaron a la empleada de la compañía.  ¡60 Euros! Es más de lo que había pagado por la bebida.


Total, que una botella de fino tequila 100% Agave reposado, quedó al lado de una papelera de la terminal 1 del aeropuerto de Barajas, espero haber dado algo de alegría de alguien de Madrid.


¿Le costaría mucho a Iberia ser más transparente?  ¿No podría haberme dicho que me vendía un billete Barcelona México "con escala en Madrid" en vez de esa fatuidad de "parada reducida"?  Sé que suena muy bien eso de los vuelos Cataluña América, pero, si cuando los tomas ves que son un bulo acabas bastante frustrado.  ¿No podrían avisar en la reserva de que es mejor no comprar líquidos en el duty Free de México (salvo que tu viaje acabe en Barajas)?


Supongo que los especialistas en márketing de Iberia deben vivir en Madrid por lo que no se han dado cuenta. O quizás es que a nadie le importa que, por no ser de Madrid me haya quedado sin mi tequila.


Me he quejado en el perfil de Facebook de Iberia y me gustaría que quienes piensen que esto no debería ser así entrasen allí y lo dijesen.  A ver si conseguimos que cambien.

1 comentario:

  1. Es que el tequila es un arma de destrucción masiva, no se por qué te quejas. Zygmut Bauman lo explica muy bien, la necesidad de seguridad en la vida líquida y esas cosas.

    Yo lo que habría hecho, en vez de tirarla a la papelera, habría sido abrirla e invitar a todos los que hacían cola para subir a tu vuelo. Habrías volado igualmente cabreado, pero contento, con todo el pasaje cantando mariachis.

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