Interesantísimo artículo en el País de 6 de Noviembre que reabre el debate sobre la gestión privada de servicios públicos. Desde una visión sesgada en un sentido, por supuesto, pero ¿No deberíamos empezar a hablar otra vez?
El artículo establece claramente que cuando se privatiza la prestación de un servicio público, sobre todo cuando se hace con empresas privadas, baja la calidad y las empresas obtienen beneficios a costa de devaluar las condiciones de trabajo de los empleados. Las cosas no son tan malas si, quien presta el servicio es una entidad sin ánimo de lucro. O sea, lo que ya hemos escuchado mil veces y ha llevado a la inequidad actual (un residente en una residencia pública cuesta a la administración 5.000 Euros pero si está en una concertada cuesta 1.500).
El artículo, por supuesto soslaya la clave principal del debate y el hecho de que estemos en una situación de recesión.
Durante las últimas semanas he escuchado a personas eminentes por su elevada formación académica y su tendencia filosocialista abogar por un aumento de impuestos para financiar los servicios que debe ofrecer el estado de bienestar. El informe del comité de expertos sobre la aplicación de la Ley también proponía un aumento de impuestos.
O sea. Como se calculó mal el número de dependientes que había. Como se calculó fatal lo que se recaudaría por copago. La solución es subir los impuestos, pero no para dar mejores servicios sino para poder seguir dando dinero a las familias de los dependientes para que los cuiden en casa.
A mí me gustaría que se avivase el debate sobre la forma de gesitón de los servicios y sobre la utilidad o no de la prestación económica vinculada (que también queda denostada en el artículo de El País). Me gustaría que se valorase la calidad de forma objetiva y externa para saber si existe un modelo que sea obtjetivamente mejor y más económico.
Lo ha empezado ahora el Pais, ¿nadie tiene nada que opinar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario