jueves, 15 de marzo de 2018

Los pueblecitos del Alzheimer


La idea de usar la reminiscencia como herramienta para aproximarse a las personas mayores que sufren demencia permitiendo que tengan un entorno familiar y reconocible que evoque momentos pasados y aumentando su calidad de  vida se extiende con cada vez más fuerza entre las residencias.

Para los más puristas he encontrado esta definición: La Reminiscencia es una técnica que favorece la evocación de recuerdos y sucesos del pasado conectándolos con el presente. Además, estimula la expresión de vivencias pasadas así como la capacidad de autorreconocimiento.  La finalidad que persigue esta técnica es conseguir fortalecer y consolidar la propia identidad de cada uno, frente a los cambios que supone el proceso de envejecimiento. (Fuente)

La primera ocasión que vi una experiencia de reminiscencia llevada a la práctica a gran escala fue en la residencia Akropolis del Grupo Humanitas sobre la que escribí en mi blog en un post titulado “La felicidad como objetivo: La cultura del sí en residencias”, allí tenían lo que ellos llamaban el “museo del alzheimer” un espacio de más de 300 m2 donde se reproducía el interior de una casa holandesa de los años 50, con su cocina, salón lavadero e incluso un pequeño taller.  También una tienda y una escuela.

Residencia Akropolis Humanitas en Rotterdam

Nos explicaron que cuando los residentes que sufrían demencia pasaban un rato en ese espacio que reproducía tan fielmente algo significativo de su pasado parecían “concectar” y “activarse”, bajaban su nivel de ansiedad y sencillamente se les veía que estaban mejor.  Lo cierto es que no solo los dejaban en esos espacios sino que les animaban a “hacer cosas” hasta el extremo que el lema del espacio era “prohibido no tocar”.   La entidad propietaria del centro difundió un vídeo en el que puede verse a una persona mayor utilizando la sala, que resulta muy instructivo.

He visitado otros rincones de reminiscencia menos ambiciosos en Suecia, Dinamarca y Reino Unido, pero hasta hace poco no había visto uno verdaderamente equiparable en España.  Ahora sí: me refiero al de la residencia Plaza Real en Gijón que reproduce una casa de los años sesenta con tal fidelidad que cuando estás dentro no sabes si has viajado en el tiempo o estás en un plató de “Cuéntame…”.   Lo curioso es que, no solo aplican la reminiscencia visual sino que también cocinan una fabada tradicional y la sirven a grupos reducidos de usuarios acompañada de sidra escanciada (y con un añadido de espesante para quienes no puedan tragar bien).  


 Esta actividad ganó en 2017 los primeros premios Nutrisenior de buenas prácticas alimentarias que organiza Laboratorios Ordesa e Inforesidencias.com.  Además de la foto que incluyo, quien tenga más interés puede ver este vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=XUKdxpyplzk

No sé si dentro de poco la zona de reminiscencia se convertirá en algo tan común como una zona de gimnasio o sala de actividades, pero de lo que no cabe duda es que la tendencia está aquí para quedarse e ir a más.

He estado pensando sobre esto después de haber leído que la tendencia en Holanda y otros países es ahora construir “pueblos de Alzheimer”, o sea, una comunidad cerrada que se parece a un pueblo y que tiene en el exterior tiendas, una oficina de correos o paradas de autobuses como lo serían hace cuarenta o cincuenta años.

En la foto la comunidad de Hogeweyk.  Al parecer, los mayores llegan a conectar tanto con un entorno que se parezca tanto a aquello que era su vida cuando tenían treinta o cuarenta años que algunos prestadores han pensado que vale la pena invertir en construir esta especie de parques temáticos.  Antes de construir el “pueblecito” era una residencia “normal” en la que el 50% de los residentes tomaban antipsicóticos; unos años después de que los residentes empezasen a vivir en esa realidad alternativa, el uso de estos medicamentos se había reducido hasta alcanzar sólo al 8% (fuente).

En Hogewey existen siete modelos de vivienda diseñadas para personas que sufren de Alzheimer. Cada modalidad creada en función de las diversas características y grado de dependencia de los residentes. Los hogares, con un formato parecido a las Unidades de Convivencia del modelo ACP, albergan 6 o 7 personas.

Las viviendas denominadas 'Stads' están diseñadas para personas acostumbradas a la vida urbana. Las 'Goosie' tienen un tinte de construcción aristocrática. También se han edificado las 'Ambachtelijke' (para personas dedicadas al comercio y artesanos); las 'Indische', (para los relacionados con India o las antiguas colonias holandesas en Asia) las 'Huiselijke', para amas de casa y hombres caseros; y las 'Culturele', con toques culturales y para aficionados al cine y al teatro. Las viviendas 'Christelijke', finalmente, fueron construidas para las personas más religiosas, sin importar su credo

Vivir en Hogeweyk cuesta 6.000 Euros al mes (fuente) lo que supone que los residentes tienen que aportar su ayuda de la dependencia y además poner unos 2.400 Euros al mes de su bolsillo.


Durante 2017 Hogeweyk ha recibido casi 1.500 visitantes de Holanda y otros países que buscaban inspiración para construir algo parecido en su lugar de procedencia.

Parece que las visitas surten sus efectos ya que sabemos de iniciativas parecidas en Dinamarca, Inglaterra o Estados Unidos.


Me encanaría saber si en España hay alguien que ha llegado a estos niveles y estuviese dispuesto a enseñarlo.  Me gustaría saber si, algo así puede hacerse, y si es posible, hacerse por menos de 6.000 Euros al mes.

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