La mayor parte de los servicios de ayuda a domicilio (SAD) que se prestan en España con gestionados por ayuntamientos. Así mismos hay municipios que gestionan residencias municipales, en muchos casos, asumiendo los déficits que éstas generan.
Aunque para la mayor parte ha pasado desapercibido, la Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local, que entró en vigor en Enero de este año tiene entre sus finalidades hacer que sean las comunidades autónomas las que asuman las competencias de casi todos los servicios sociales (dejando a los Ayuntamientos únicamente funciones de información y atención urgente). Eso quiere decir que esas residencias y SAD municipales, si todo va como la Ley prevé, serán gestionados por la comunidad autónoma correspondiente.
Digo "si todo va como la Ley prevé" porque hay grandes obstáculos en el camino:
La Ley establece un periodo de dos años para que se produzca el traspaso de competencias. Lo que las comunidades, ayuntamientos y ministerio de Hacienda deben hacer durante ese período es muy complejo y laborioso y coincidirá en el tiempo con unas elecciones, cosa que generará aun más incertidumbres.
Además el texto legal deja abierta la puerta a que las comunidades puedan delegar en los ayuntamientos la gestión de determinados servicios por lo que se podría producir un "traspaso de ida y vuelta" con el riesgo de que las cosas cambien para quedarse casi iguales.
A todo esto hay que sumar que el Tribunal Constitucional ha recibido varios recursos contra la Ley y que algunas comunidades autónomas se han manifestado, tan contrarias a la misma que se han planteado legislar para que no pueda aplicarse.
Y por si fuera poco, entidades como la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales se ha opuesto radicalmente a la Ley acusándola de destruir un modelo de servicios sociales municipalista aplicando una recentralización y atacando a la autonomía local.
En ese contexto, el Imserso me invitó antes del verano para participar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander impartiendo una clase dentro del curso Incidencia de la Ley de racionalidad y sostenibilidad de la Administración Local en la organización y gestión de los servicios sociales por las Administraciones Públicas. Concretamente tenía que hablar de los "Retos planteados para la organización y gestión de los Servicios Sociales por la Ley".
Acepté encantado la invitación y he dedicado una parte importante de las vacaciones a estudiar la Ley a leer artículos y a hablar con profesionales del ámbito.
El resultado fue una clase que impartí el día 3 de Septiembre y que, recientemente he visto publicada en vídeo en la web de la Universidad.
Estoy preparando un texto sobre el contenido de la clase que espero poder publicar en el blog dentro de unos días. Muchas residencias geriátricas municipales deben estar un poco preocupadas.
Autor del post: Josep de Martí
Opiniones sobre atención a personas mayores, Ley de Dependencia y políticas públicas. Cooperación público privada. Residencias, centros de día y servicios de ayuda a domicilio.
lunes, 29 de septiembre de 2014
miércoles, 24 de septiembre de 2014
APRENDIENDO DE LOS DEMAS
Una de las actividades más gratificantes que llevo a cabo
como director de Inforesidencias.com es la organización de lo que llamamos
“viajes geroasistenciales”. Se trata de
elegir un país en el que la atención a personas mayores se lleve a cabo de una
forma interesante y planificar una visita de forma que podamos ver cómo
funcionan allí las residencias, los centros de día y otros servicios
geroasistenciales.
Hasta ahora hemos organizado nueve.
El primer viaje, en 2007 lo hicimos en colaboración con lo
que entonces era AMRTE (Patronal de las residencias geriátricas de la Comunidad de Madrid y otros servicios a la dependencia). Cuando vimos en Estocolmo unidades de convivencia de ocho
personas, nadie en España nos había dicho que eso se llamaba “housing” y que lo
que practicaban era “Atención Centrada en la Persona”. Sencillamente era un modelo diferente que
costaba unos 120€ al día y que se intentaba racionalizar a ver si,
introduciendo prestadores privados conseguían bajar a 100€.
Cuando nos explicaron que allí las residencias trabajaban
sin un equipo interdisciplinar extenso (la atención la prestan principalmente
enfermeras y auxiliares) y que tampoco tenían un aparato documental tan
complejo como el nuestro (múltiples protocolos, registros y programas), nos
sorprendieron mucho. Más aún cuando nos
dijeron que el modelo español que les explicamos se parecía al que ellos
utilizaban en los años 70 del siglo XX.
Al cabo de un tiempo organizamos un nuevo viaje
geroasistencial a Suecia al que asistieron, además de empresarios, políticos de
Castilla y León que quedaron al parecer tan impresionados con lo que vieron que
al volver intentaron poner en práctica en su comunidad una especie de
residencias “a la sueca” que llamaron “En mi casa”. Hoy he visitado la web de la Junta donde las
describen como “El nuevo modelo de atención residencial para personas mayores basado
en la calidad de vida que pretende cubrir los deseos explicitados en diversos
estudios y foros, relativos a cómo quieren vivir las personas durante ese
periodo de su vida.”
El proyecto lo han puesto en marcha de forma experimental en
residencias públicas y privadas produciéndose un resultado muy curioso. Si escuchas lo que dicen desde la comunidad
autónoma, la experiencia está siendo muy positiva y, lo más interesante: el
nuevo modelo no supone un aumento considerable en los costes. Si te detienes a escuchar a los empresarios
que tienen “centros piloto”, descubres que la realidad es cuanto menos
variopinta.
Las claves del modelo, en lo que a autonomía respecta son (según la web de la Junta que explica el
sistema):
· Elección de horarios en la actividad diaria: un hogar es un ámbito de libertad personal; las horas de
levantarse, acostarse, pasear, leer, entretenerse u ocuparse en lo que la
persona decida, deben estar tan personalizadas como sea posible.
· Elección de su propia imagen: aspecto físico, vestido, peinado, complementos, etc.; la persona
decide con qué imagen desea ser percibida por los demás.
· Elección de menús: posibilidad
de desayuno tipo buffet, dos opciones por plato en cada comida, por ejemplo.
· Elección de actividades: nadie
debe hacer lo que no le interese, o le moleste, al contrario: el centro debe
facilitar ofertas de actividades en consonancia con los gustos y preferencias
de la persona y que sean significativas para ellas.
¿Alguien que se ponga en el lugar del
residente podría renunciar a alguno de estos aspectos? Por supuesto que no. Pero, ¿Alguien puede decir que introducirlos en
una residencia existente no supone un aumento considerable en los costes?
He visto diferentes variantes del modelo en
otros países como Dinamarca, Noruega, Alemania y Holanda. Sistemas de trabajo que me han gustado mucho
cuando los he visto desde la perspectiva del residente y sin pensar en dinero.
El problema es que, si además intento ver la
realidad desde el punto de vista de quien tiene que pagar la estancia de la
persona en la residencia (ya sea la administración, la propia persona o sus
familiares), la visión que se me
presenta es algo más triste.
Que en una residencia no existan horarios, o
sea, que cada uno se levante y se acueste cuando quiera; que exista varias
opciones sobre alimentación, que las actividades también se ajusten a los
gustos de cada residente es una meta de lo más loable (espero que todas las
residencias sean así cuando yo sea anciano. ¿Por qué no son las cosas así
ya? El motivo es bastante prosaico: Quizás
porque nuestro cliente no puede o no quiere pagarlo.
Admito que en lo que acabo de escribir hay
bastante de especulación. Como todavía
no hay casi residencia que apliquen un modelo de Atención Centrada en la
Persona tipo Housing, no sabemos si el cliente privado estaría dispuesto a
pagar el plus de recibir una atención más personalizada y variada. Quizás nos encontremos pronto con algunas
residencias que lo ofrezcan para aquéllos que puedan y quieran pagar. Lo que con seguridad tardará en suceder es
que el modelo se imponga de forma general.
Como he escrito en múltiples ocasiones, no
dudo que el modelo Housing sea bueno, pero tampoco que lo sea el modelo de
atención basado en un plan de intervención y un equipo interdisciplinar que
prestan actualmente muchas residencias en España y que hemos tardado más de
veinte años en perfeccionar. Por
supuesto es mejorable pero no, por ello hay que desdeñarlo.
Concluyo pensando que me encantaría que en el
viaje que organizamos a Holanda en 2012 hubieran venido políticos a ver la
residencia Akropolis de Rotterdam donde, a pesar de ser ilegal, algunos
residentes fuman en la residencia, donde, si quieren tienen alcohol en su
habitación y donde aplican lo que denominan “la cultura del sí”. Me pareció precioso. Cuando le pregunté al Sr. Frank Becker,
fundador de la residencia, si con 1.500€ al mes “todo incluido”, podrían
aplicar su sistema me miró con una cara entre sorprendida e incrédula, que
todavía no he podido olvidar.
Autor del post: Josep de Martí
Autor del post: Josep de Martí
jueves, 18 de septiembre de 2014
VICTORIA SOCIALDEMOCRATA EN SUECIA
Ciertamente no debería importarme demasiado si en Suecia ganan los conservadores o los democristianos pero, después de haber organizado durante los últimos años varios viajes a ese país para ver cómo funcionan los servicios sociales, leer que los conservadores han sido derrotados tras dos mandatos en el poder sí que me parece una cuestión interesante.
En Febrero de 2013 la revista The Economist sacaba en portada un primer plano de un vikingo con el título "El próximo supermodelo"y el subtítulo, "lo que los políticos de derechas e izquierdas deberían aprender de los paises nórdicos".
Leyendo un poco más el artículo, que hablaba en términos muy laudatorios de las reformas introducidas por los conservadores en el modelo de atención tanto en Suecia como en Noruega y Dinamarca, encontramos frases como ésta:
En lo relativo a servicios públicos, los países nórdicos han sido igualmente pragmáticos. Mientras se garantice que funcionen, no les importa quien los preste. Así, Dinamarca y Noruega permiten a las empresas privadas para gestionar hospitales públicos. Suecia tiene un sistema universal de los "vales escolares", que permite que colegios privados con fines de lucro compitan con las escuelas públicas.
En el último número de la revista antes de las elecciones, un artículo decía que en Suecia, a pesar de los buenos datos económicos, la gente se había cansado de los conservadores.
Lo cierto es que, la privatización de la gestión de residencias públicas no ha estado exenta de polémica, e incluso de escándalo. Así, si hoy hablas con un sueco y le preguntas qué es el "Escándalo Carema" seguro que te dirá que sí.
Resulta que en la residencia Koppargården que era gestionada por la empresa Carema (y a su vez de un grupo de inversores con vínculos con paraísos fiscales), según publicó un periódico se estaban recortando drásticamente los presupuestos de todo lo esencial para la atención, incluso faltaba jabón, papel higiénico, pañales u otro material para incontinencias. El periódico llegó a referirse a la residencia com la "casa de la muerte". La prensa siguió con relatos sobre cómo los empleados tenían que pesar los pañales antes de cambiarlos para asegurarse que estaban siendo utilizados a su máxima capacidad y cómo los gestores del centro recibían más bonos cuanto mayor fuera el ahorro que obtuviesen.
No importó que después las acusaciones fuesen matizadas, o que descubriesen que pesar el pañal, algo que fue de lo más llamativo cuando se daba la noticia, era una práctica habitual en hospitales para registrar ciertos casos de continencia.
La residencia modifico su forma de trabajar, perdió la gestión de algún centro y ahora, separó la gestión de hospitales de la de residencias y vendió la primer. Ahora, tres años tras el escándalo, según su Consejero Delegado Fredrik Gren, el nivel de satisfacción de sus residentes ha subido del 75% al 84%.
También a raíz del escándalo, los municipios Suecos aumentaron la supervisión de las empresas gestoras y los requisitos para gestionar.
A pesar de todo, lo que caló en la opinión pública fue que una empresa, que ni siquiera pagaba todos sus impuestos en Suecia, estuviese teniendo beneficios basados en un recorte sobre la atención de los mayores, y eso es algo que molesta en Suecia y en cualquier otro lugar.
Dudo que ese escándalo haya sido determinante en el vuelco electoral, pero, según leo, parece que sí ha tenido que ver.
Al final los suecos no se han dejado impresionar por los resultados de un gobierno que ha rebajado la presión fiscal y el peso de lo público en la economía. En contra de lo que se cree en latitudes más meridionales, la economía no es lo único que interesa. Puedes ser un gobierno con una política considerada como modélica por todo el mundo y que tu electorado se canse de ti si no cuidas "el lado humano de las cosas".
Como decía al empezar, lo que pase en Suecia tendrá poca relación directa con lo que pase en España pero, cuando te pones a darle vueltas, ves que siendo tan diferentes podemos ser muy parecidos.
Autor del post: Josep de Martí
En Febrero de 2013 la revista The Economist sacaba en portada un primer plano de un vikingo con el título "El próximo supermodelo"y el subtítulo, "lo que los políticos de derechas e izquierdas deberían aprender de los paises nórdicos".
Leyendo un poco más el artículo, que hablaba en términos muy laudatorios de las reformas introducidas por los conservadores en el modelo de atención tanto en Suecia como en Noruega y Dinamarca, encontramos frases como ésta:
En lo relativo a servicios públicos, los países nórdicos han sido igualmente pragmáticos. Mientras se garantice que funcionen, no les importa quien los preste. Así, Dinamarca y Noruega permiten a las empresas privadas para gestionar hospitales públicos. Suecia tiene un sistema universal de los "vales escolares", que permite que colegios privados con fines de lucro compitan con las escuelas públicas.
En el último número de la revista antes de las elecciones, un artículo decía que en Suecia, a pesar de los buenos datos económicos, la gente se había cansado de los conservadores.
Lo cierto es que, la privatización de la gestión de residencias públicas no ha estado exenta de polémica, e incluso de escándalo. Así, si hoy hablas con un sueco y le preguntas qué es el "Escándalo Carema" seguro que te dirá que sí.
Resulta que en la residencia Koppargården que era gestionada por la empresa Carema (y a su vez de un grupo de inversores con vínculos con paraísos fiscales), según publicó un periódico se estaban recortando drásticamente los presupuestos de todo lo esencial para la atención, incluso faltaba jabón, papel higiénico, pañales u otro material para incontinencias. El periódico llegó a referirse a la residencia com la "casa de la muerte". La prensa siguió con relatos sobre cómo los empleados tenían que pesar los pañales antes de cambiarlos para asegurarse que estaban siendo utilizados a su máxima capacidad y cómo los gestores del centro recibían más bonos cuanto mayor fuera el ahorro que obtuviesen.
No importó que después las acusaciones fuesen matizadas, o que descubriesen que pesar el pañal, algo que fue de lo más llamativo cuando se daba la noticia, era una práctica habitual en hospitales para registrar ciertos casos de continencia.
La residencia modifico su forma de trabajar, perdió la gestión de algún centro y ahora, separó la gestión de hospitales de la de residencias y vendió la primer. Ahora, tres años tras el escándalo, según su Consejero Delegado Fredrik Gren, el nivel de satisfacción de sus residentes ha subido del 75% al 84%.
También a raíz del escándalo, los municipios Suecos aumentaron la supervisión de las empresas gestoras y los requisitos para gestionar.
A pesar de todo, lo que caló en la opinión pública fue que una empresa, que ni siquiera pagaba todos sus impuestos en Suecia, estuviese teniendo beneficios basados en un recorte sobre la atención de los mayores, y eso es algo que molesta en Suecia y en cualquier otro lugar.
Dudo que ese escándalo haya sido determinante en el vuelco electoral, pero, según leo, parece que sí ha tenido que ver.
Al final los suecos no se han dejado impresionar por los resultados de un gobierno que ha rebajado la presión fiscal y el peso de lo público en la economía. En contra de lo que se cree en latitudes más meridionales, la economía no es lo único que interesa. Puedes ser un gobierno con una política considerada como modélica por todo el mundo y que tu electorado se canse de ti si no cuidas "el lado humano de las cosas".
Como decía al empezar, lo que pase en Suecia tendrá poca relación directa con lo que pase en España pero, cuando te pones a darle vueltas, ves que siendo tan diferentes podemos ser muy parecidos.
Autor del post: Josep de Martí
domingo, 14 de septiembre de 2014
PRORESICAT, UNA INICIATIVA CON MUCHO FUTURO
Hace nueve años, alguien me explicó que
tenía un proyecto. Era alguien a quien
conocía desde una triple perspectiva:
como médico, como propietario de unas residencias para mayores y como
presidente de la sección colegial de médicos de residencia del colegio de
médicos de Barcelona.
Cuando me dijo que quería organizar unas
jornadas interdisciplinarias en las que participarían profesionales de
diferentes perfiles, me pareció una idea interesante. Cuando añadió que para hacerlo pondría de
acuerdo a varios colegios profesionales y que su visión era que las jornadas se
repitiesen cada año hasta convertirse en un punto de referencia del sector, le
sonreí y ofrecí mi apoyo aunque internamente
pensé que estaba soñando.
Después de estos años creo que Josep
Gasol puede estar muy satisfecho. No
sólo lideró, casi en solitario, los comienzos de las jornadas sino que supo
incorporar al proyecto a 7 colegios y asociaciones profesionales hasta generar suficiente
inercia para que, unas jornadas que nacieron con cierta humildad, hayan
mantenido un altísimo nivel de inscripciones y hayan transitado por los años de
crisis con una fortaleza excepcional.
Hoy todo el mundo en el sector geroasistencial catalán sabe que durante
el mes de Marzo se celebrará un acto que
en dos días abordará diferentes aspectos de la atención a personas mayores en
residencias.
Pero, parece que, una vez conseguida la
puesta en marcha del proyecto, las jornadas son sólo una parte de algo mucho
más ambicioso: Pro-Resicat.
Desde los inicios, las ponencias que se
exponían en las jornadas eran colgadas en internet. Ese lugar en el que los asistentes podían
consultar a posteriori el contenido de las exposiciones tenía un potencial
importante que Josep Gasol y sus colaboradores han sabido adivinar y potenciar.
Cuando antes del verano me lo explicaron
me pareció una idea perfecta.
Cada año acuden unos trescientos
profesionales a las jornadas. Se
inscriben y dejan su correo electrónico junto con algunos datos que permiten
perfilarlos de forma clara. A lo largo
de los años, han ido creando una base de datos que es el sustrato de un portal
vertical de internet dedicado a los profesionales de la atención a mayores en
residencias. Sólo los profesionales
pueden entrar a ver el contenido y, con el tiempo aportarlo ellos mismos.
Proresicat.com, sobre esa idea ha ido
creciendo, tanto en número de profesionales afiliados, como en el de
colaboradores, que en forma de instituciones que dan apoyo y empresas que
patrocinan, permiten mantener una estructura potente en internet.
Lo que hoy es Proresicat es sólo una
sombra de lo que puede ser dentro de uno años.
A medida que quienes quieren difundir conocimiento o quieren
comercializar servicios os productos dirigidos a los profesionales que trabajan
en el ámbito de la atención residencial a mayores, se den cuenta de la potencia
de la web, nos podemos encontrar con un medio que se convierta en una
plataforma de formación, un sistema de contrastación y validación de servicios
o un gran fondo de compartición de conocimiento (reglamentación,
documentación…).
Si hace nueve años recibí con un cierto
escepticismo la idea de poner de acuerdo a los colegios para organizar una
jornadas, ahora veo con entusiasmo la creación de Proresicat.
He tenido el honor de haber sido invitado
tres veces a participar en las Jornadas y ahora, si puedo, colaboraré en lo que
pueda con el lanzamiento de este proyecto.
De momento, invito a todos los
profesionales del sector de las residencias de Cataluña a sumarse al proyecto
entrando en www.proresicat.com y
dejando sus datos.
Autor del post: Josep de Martí
Autor del post: Josep de Martí
martes, 9 de septiembre de 2014
ATENCIÓN A PERSONAS MAYORES EN HOSPITALES
Es algo que me han dicho cientos de veces los directores o médicos de residencias: cuando alguien muy dependiente que vive en una residencia ingresa en un hospital por algún motivo se encuentra en un ambiente que no está preparado para atender sus necesidades asistenciales. Es como si al hospital llegase un "fémur roto" pero no su envoltorio humano.
La atención al fémur será con seguridad exquisita pero en muchos hospitales resulta difícil que a alguien que lo necesite le den de comer en la boca (se espera que siempre haya algún familiar que lo haga, pero ¿y si éste no existe?); la necesidad de cambios posturales periódicos para evitar úlceras por presión parece que no siempre se han previsto en los protocolos de las plantas hospitalarias, unos protocolos que parecen prever a un enfermo con capacidad suficiente como para "tocar el botón" cuando necesita algo. El resultado es que en muchas ocasiones los residentes derivados al hospital vuelven con úlceras que no tenían.
Estoy seguro que si hablase con el gerente de un gran hospital negaría que esto se produzca a menudo. Yo sí que lo oigo muchas veces de directores de residencias.
La última, en un mensaje que he recibido de un buen amigo que además es director de residencia. Aquí tenéis su mail del que he borrado el nombre del hospital:
La atención al fémur será con seguridad exquisita pero en muchos hospitales resulta difícil que a alguien que lo necesite le den de comer en la boca (se espera que siempre haya algún familiar que lo haga, pero ¿y si éste no existe?); la necesidad de cambios posturales periódicos para evitar úlceras por presión parece que no siempre se han previsto en los protocolos de las plantas hospitalarias, unos protocolos que parecen prever a un enfermo con capacidad suficiente como para "tocar el botón" cuando necesita algo. El resultado es que en muchas ocasiones los residentes derivados al hospital vuelven con úlceras que no tenían.
Estoy seguro que si hablase con el gerente de un gran hospital negaría que esto se produzca a menudo. Yo sí que lo oigo muchas veces de directores de residencias.
La última, en un mensaje que he recibido de un buen amigo que además es director de residencia. Aquí tenéis su mail del que he borrado el nombre del hospital:
Querido Josep, vengo del Hospital de visitar a un conocido y llego a casa absolutamente descorazonado de cómo funcionan las cosas en este Hospital y como funcionan en mi residencia, lo que me en parte reconforta (hay que salir fuera de casa para ver como tratan a los clientes y poder comparar como los tratamos nosotros); se trata de un señor de 73 años que han operado de un cáncer en la garganta –no puede hablar- ….
A lo que voy, lleva ocho días sin afeitar, se solicitó al barbero del hospital que lo afeitara hace tres o cuatro días y todavía no ha pasado, al parecer las auxiliares no afeitan. He tocado el timbre de aviso enfermera 2 veces y al rato (unos 15 minutos cada vez ha venido una auxiliar para ver que quería, lo han reportado a la enfermera y ésta ha venido a los 45 minutos, ¿cuando ha podido? ¿Cuando le tocaba? ¿Es por los recortes? ¿Es por los protocolos? No lo sé. La cosa consistía en aspirar la secreción que expulsa por la cánula que le han puesto en la garganta (hacía mas de tres horas que no se le aspiraba). No soy médico, pero me parece de sentido común que si se aspira el paciente respira mejor, la herida se seca antes, el paciente está más cómodo y no hace falta un catedrático para aspirar la mucosidad, de hecho me han entrado ganas de aspirárselo yo mismo porque vi como lo hacían el otro día. Por cierto lamentablemente también se ha llagado (UPP en sacro) por su complicado estado y por supuesto por no hacerle cambios posturales, que de eso si sabemos en la residencia. Es del todo inimaginable que en nuestra casa reciba el mismo trato en el afeitado, en las aspiraciones si las hubiéramos de hacer y por supuesto en los cambios posturales (no somos perfectos, y a veces también tenemos UPP, pero si hacemos cambios posturales y ellos no).
Te escribo esto para que tengas más datos sobre el tema, que como ya has comentado alguna vez, en el trato, en las cosas que podamos comparar a nosotros se nos exige mucho más que a los hospitales, y a los hospitales se le toleran muchas mas cosas; por parte de los pacientes, familiares y la administración.
Autor del post: Josep de Martí
Autor del post: Josep de Martí
jueves, 4 de septiembre de 2014
COMO EN CASA EN "LA CASA" DE "MI CASA"
Vuelvo a estar en Estocolmo en un nuevo viaje que hemos organizado desde Inforesidencias.com para que profesionales españoles puedan conocer cómo funciona la atención a mayores en este país escandinavo.
Ya hemos hecho este viaje tantas veces que cada vez se lo ponemos más difícil a Astrid Lindstrom, encargada de la organización técnica y académica del viaje, para que encuentre residencias y centros de atención a personas mayores que hagan algo interesante digno de ser visto y que estén dispuestos a enseñárnoslo.
En este viaje, entre las visitas ha destacado un centro por tener una peculiaridad y carácter entrañable especial.
Se trata de la residencia "La Casa" especializa en la atención a residentes de habla española, que curiosamente está situada en un edificio del que es propiedad una empresa pública del Ayuntamiento de Estocolomo que se llama "Mi Casa".
Nos explican que la empresa que gestiona la residencia Kavat Vård, ha tenido la iniciativa de crear tres residencias para colectivos específicos. Una para personas de habla hispana, otra para los de habla árabe y otra para los que hablan persas.
La casa tiene 33 apartamentos, repartidos en 3 unidades de convivencia. 2 unidades para personas mayores con discapacidades físicas y una para personas con demencias. Cada unidad dispone de cocina, abierta al comedor, balcones y terrazas. Los apartamentos son de 30–60 m2 con baño y una pequeña cocina, lo que permite a algunos residentes seguir conviviendo con su pareja. La atención y las actividades se adaptan a la cultura, costumbres y preferencias de los residentes, así como la comida, que se prepara en la casa. Aquí hay algo de información en español.
Durante la visita conozco a Charo, de Santander, que hace "muchos" años se casó con un pescador sueco que atracó en su ciudad y se la trajo para aquí. También conozco a señoras de Lugo y Madrid, además de algunas otras de Chile y Perú.
Iñaki, el cocinero, Alavés, nos enseña con orgullo los menús que lleva preparando desde su llegada a la residencia. Es una verdadera fusión española y latina. Hoy para cenar hay ensalada, quesadillas,
chistorra y patatas hervidas. Siempre hay algo para elegir. Cuando le preguntamos a Iñaki sobre dónde están en el menú las calorías y contenidos nutricionales nos dice que eso no se lo piden y que eso de especificar tanto le parece más algo de "los hospitales de los años setenta".
La residencia sigue el patrón de las que hay en Suecia. Como las personas, por ley, tienen derecho a que las residencias les ofrezcan una "vivienda completa", no existen habitaciones al uso, como en las residencias españolas sino que todas son un mini-apartamento con su dormitorio su cocina americana y lavabo. Algunas también tienen una salita.
La Casa lleva funcionando un año y medio y, ahora que está llena, la empresa propietaria la considera un éxito. Para los residentes, el hecho de que todos los empleados (salvo la directora) hablen español les supone tener una mejor calidad de vida.
Suecia es un país de refugio para muchas personas de diferentes países que han huido de conflictos por lo que la iniciativa de ofrecer una atención especializada diferente para personas de distintos orígenes podría plantear tanto una oportunidad como problemas.
La experiencia hasta ahora, tal como nos han explicado es que hay más ventajas que inconvenientes. Los residentes latinos parecen más sociables y tienen una relación con sus familias más cálidas que los nativos escandinavos. De momento, parece que todos están contentos con la iniciativa.
Autor del post: Josep de Martí
Ya hemos hecho este viaje tantas veces que cada vez se lo ponemos más difícil a Astrid Lindstrom, encargada de la organización técnica y académica del viaje, para que encuentre residencias y centros de atención a personas mayores que hagan algo interesante digno de ser visto y que estén dispuestos a enseñárnoslo.
En este viaje, entre las visitas ha destacado un centro por tener una peculiaridad y carácter entrañable especial.
Se trata de la residencia "La Casa" especializa en la atención a residentes de habla española, que curiosamente está situada en un edificio del que es propiedad una empresa pública del Ayuntamiento de Estocolomo que se llama "Mi Casa".
Nos explican que la empresa que gestiona la residencia Kavat Vård, ha tenido la iniciativa de crear tres residencias para colectivos específicos. Una para personas de habla hispana, otra para los de habla árabe y otra para los que hablan persas.
La casa tiene 33 apartamentos, repartidos en 3 unidades de convivencia. 2 unidades para personas mayores con discapacidades físicas y una para personas con demencias. Cada unidad dispone de cocina, abierta al comedor, balcones y terrazas. Los apartamentos son de 30–60 m2 con baño y una pequeña cocina, lo que permite a algunos residentes seguir conviviendo con su pareja. La atención y las actividades se adaptan a la cultura, costumbres y preferencias de los residentes, así como la comida, que se prepara en la casa. Aquí hay algo de información en español.
Durante la visita conozco a Charo, de Santander, que hace "muchos" años se casó con un pescador sueco que atracó en su ciudad y se la trajo para aquí. También conozco a señoras de Lugo y Madrid, además de algunas otras de Chile y Perú.
Iñaki, el cocinero, Alavés, nos enseña con orgullo los menús que lleva preparando desde su llegada a la residencia. Es una verdadera fusión española y latina. Hoy para cenar hay ensalada, quesadillas,
chistorra y patatas hervidas. Siempre hay algo para elegir. Cuando le preguntamos a Iñaki sobre dónde están en el menú las calorías y contenidos nutricionales nos dice que eso no se lo piden y que eso de especificar tanto le parece más algo de "los hospitales de los años setenta".
La residencia sigue el patrón de las que hay en Suecia. Como las personas, por ley, tienen derecho a que las residencias les ofrezcan una "vivienda completa", no existen habitaciones al uso, como en las residencias españolas sino que todas son un mini-apartamento con su dormitorio su cocina americana y lavabo. Algunas también tienen una salita.
La Casa lleva funcionando un año y medio y, ahora que está llena, la empresa propietaria la considera un éxito. Para los residentes, el hecho de que todos los empleados (salvo la directora) hablen español les supone tener una mejor calidad de vida.
Suecia es un país de refugio para muchas personas de diferentes países que han huido de conflictos por lo que la iniciativa de ofrecer una atención especializada diferente para personas de distintos orígenes podría plantear tanto una oportunidad como problemas.
La experiencia hasta ahora, tal como nos han explicado es que hay más ventajas que inconvenientes. Los residentes latinos parecen más sociables y tienen una relación con sus familias más cálidas que los nativos escandinavos. De momento, parece que todos están contentos con la iniciativa.
Autor del post: Josep de Martí
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