En este contexto, que la Generalitat diga un día que no tiene dinero para pagar a los que le prestan servicios de educación ,sanidad y servicios sociales podría ser comprensible. Pero cuando alguien sigue el proceso dese que se dice la primera vez, el 20 de julio, hasta que se acaba de concretar, el 30, ve que las cosas se enturbian un poco.
El Departamento de Salud realiza varias reuniones de alto nivel con las entidades que representan a los prestadores y, según leemos en El Periódico el sábado, encuentran in extremis la forma de poder pagar las nóminas de julio.
Sobre el atraso en el pago del concierto de educación, desde el principio quedó claro que la nómina de los profesores sí se pagaría.
O sea que la Cenicienta será servicios sociales. Aquí no hay acuerdo in extremis ni pago de la parte de las nóminas, ni nada de nada. Bueno sí hay algo, pagarán la parte correspondiente a las prestaciones económicas vinculadas y, supongo que también pagarán la prestación al cuidador no profesional.
Íntimamente he albergado hasta el último momento la esperanza de que ICASS iba a pagar una parte de lo que debía, más que nada como muestra de que se preocupaba por su sector, como mínimo tanto como Salud o Educación. Pero en nuestro caso el Departamento apoyará al sector "fent costat" cuando se pida el aplazamineto de cuotas a la Seguridad Social y en la negociación de líneas de crédito para el sector. A mí me parece un apoyo bastante escuálido.
Ya lo dije el año pasado. El conseller habla a menudo de flexibilidad y confianza como principios en los que basar la relación entre Generalitat y sector. ¡Qué buena ocasión habría tenido hoy el señor Cleries para poner en práctica su prédica! Me imagino al conseller diciendo: "Las dificultades de tesorería de la Generalitat son por todos conocidas. Estamos pasando un momento de necesidad extraordinaria que precisa de la toma de decisiones que serán dolorosas para muchos, no obstante creemos que hay que tomarlas y es nuestra responsablidad que se cumplan. Entre ellas, las cantidades que deberíamos pagar a finales de Julio no las podremos pagar a los centros concertados, de colaboración ni de gestión. Esto no quiere decir en absoluto que no reconozcamos la excelente labor que se está llevando a cabo en la atención a nuestros mayores dependientes y el esfuerzo que el sector lleva haciendo desde hace años con tarifas congeladas, requisitos administrativos crecientes y unos costes que se han incrementado considerablemente.
Por eso creemos que, junto con la imposibilidad transitoria de pagar, debemos poner sobre la mesa algunas medidas de flexibilización que permitan a las empresas y entidades afrontar el golpe con posibilidades de superarlo. Estamos abiertos a recibir propuestas de flexibilización siempre que reúnan dos requisitos: que no afecten directamente la calidad de vida de los residentes y que no supongan un aumento del gasto público.
Para empezar vamos a tomar dos medidas:
- Flexibilización de los requisitos de dedicación de profesionales en las residencias. Así, durante los próximos 24 meses en centros concertados, colaboradores y beneficiarios de PEV se considerará únicamente la ratio exigida de atención directa e indirecta dejando que cada centro determine los perfiles profesionales adecuados a los requisitos de atención de sus usuarios. En estos centros se levanta la prohibición de que personal de atención directa realice funciones de atención indirecta.
- Levantamiento de actas de todas las reuniones que se lleven a cabo y difusión de las mismas.
Esto es sólo un comienzo. Esperamos poder adoptar otras medidas que permiten facilitar el tránsito de este difícil camino.
Creo que ACRA, UPimir, La Unió y las otras patronales no tardarían ni dos días en plantear diez medidas más con los requisitos establecidos. Estoy además seguro de que la frustración que genera la Generalitat cuando actúa cómo lo hace ahora se podría aliviar en gran medida.
El Conseller todavía está a tiempo, al fin y al cabo todavía no está escrita el acta de la reunión.