Dentro de unas semanas se celebrará en Barcelona un
Congreso que tratará sobre coordinación sociosanitaria. No pienso
perdérmelo ya que considero que éste es uno de los asuntos que más influirá en
el devenir del sector geroasistencial. Me apetece mucho escuchar a profesionales y a quiénes nos expliquen proyectos internacionales. Supongo que tendré que escuchar también a algún político pero, me sacrificaré.
La pregunta clave a debatir es, cuándo deja una persona
de ser un paciente para convertirse en una necesitada de
cuidados. Si partimos de la base de que el derecho a recibir atención
médica es diferente del de atención a la dependencia (que lo es) añadimos el
toque jurídico. Y si consideramos los costes que supone la atención
hospitalaria, la de una residencia geriátrica, la ayuda a domicilio y el
cuidado familiar, añadimos el toque económico.
Llevamos más de treinta años diciendo que, si se lleva a
cabo una correcta coordinación sociosanitaria las personas estarán mejor
atendidas y "el sistema" podrá funcionar de forma más eficaz y
eficiente (o sea bueno, bonito, y lo más barato posible).
En estos treinta años lo hemos dicho en activa, pasiva y
perifrástico, lo hemos escrito, diseñado, discutido, implementado como proyecto
piloto, como plan y, en algunos casos se han obtenido resultados parciales.
Pero, parece que todavía no hemos sido capaces de encontrar la clave.
Cuando se aprobó la Ley de Dependencia, algunos optimistas
patológicos dijeron que un aspecto que recogía el texto era la coordinación
sociosanitaria. No era cierto. Es más, el único punto de la Ley
donde se menciona "lo sociosanitario" es en un artículo, el 11, en el
que especifica qué pueden hacer las comunidades autónomas dentro del sistema de
la dependencia. Dentro de la lista, la letra c dice: Establecer
los procedimientos de coordinación sociosanitaria, creando, en su caso, los
órganos de coordinación que procedan para garantizar una efectiva atención).
O sea, que entre poco y nada.
A mí se me antoja que esto de "lo
sociosanitario" se toma como algo para hablar, discutir, consensuar, redactar
proyectos y planes, más que algo para "hacer".
En los últimos meses he leído:
En Julio: La ministra Ana Mato, agradece a un grupo de expertos la redacción de un documento que propone “articular y poner en funcionamiento una
auténtica atención sociosanitaria integral, centrada en la persona, que
garantice los recursos asistenciales más adecuados a sus necesidades”.
El objetivo es “lograr una atención sociosanitaria
integral, eficiente, de calidad, con calidez y que tenga muy en cuenta la
fragilidad de estos pacientes”. ¡Qué bonito! Yo de mayor quiero ser experto.
Hace menos semanas, en Cataluña se presenta con gran parafernalia un Plan interdepartamental de interacción de los servicios sanitarios y sociales. Algo que "va más allá de la coordinación sociosanitaria", y que optimizará los recursos y las capacidades conjuntas y se elaborarán protocolos asistenciales comunes para establecer un modelo asistencial de calidad que coordine las actuaciones sanitarias de los diferentes dispositivos de ambas redes .
Hace menos semanas, en Cataluña se presenta con gran parafernalia un Plan interdepartamental de interacción de los servicios sanitarios y sociales. Algo que "va más allá de la coordinación sociosanitaria", y que optimizará los recursos y las capacidades conjuntas y se elaborarán protocolos asistenciales comunes para establecer un modelo asistencial de calidad que coordine las actuaciones sanitarias de los diferentes dispositivos de ambas redes .
Aquí no queda la cosa. La guinda se la lleva el Senado, ese adorno carísimo que nos hemos regalado los españoles (52 millones de Euros al año nos cuesta). Allí se ha aprobado una iniciativa que insta al gobierno a "diseñar y crear, en coordinación y
consenso con todas las Comunidades Autónomas, así como con respeto absoluto de
sus competencias, el espacio sociosanitario como un área de convergencia de
servicios sociales y sanitarios, con el objetivo de proveer una cartera de
servicios destinados a las personas dependientes y aquellas que, por causa de
graves problemas de salud o limitaciones funcionales y/o de riesgo de carencias
sociales, necesitan una atención sanitaria y social simultánea, coordinada y
estable, ajustada al principio de continuidad de la atención".
¿En qué país viven los senadores?
Después de ver cómo la Ley de Dependencia ha fracasado, entre otras causas por la imposibilidad de que el gobierno del Estado coordine nada en absoluto, ¿Es posible que alguien crea que se puede poner en la misma frase las palabras "coordinación", "consenso" y "todas las Comunidades Autónomas", sin que el resultado se quede en poco más que un brindis al sol?
Al final el texto lo pactaron el PP, el PSOE y el grupo Entesa Catalana de Progrès. Me los imagino discutiendo, transaccionando y consumiendo tiempo y tiempo.
Al final, supongo que todos se fueron tranquilos a sus casas pensando, "hoy me he ganado el sueldo".
Y la cordinación sociosanitaria... "De eso tenemos que hablar algún día".
¿En qué país viven los senadores?
Después de ver cómo la Ley de Dependencia ha fracasado, entre otras causas por la imposibilidad de que el gobierno del Estado coordine nada en absoluto, ¿Es posible que alguien crea que se puede poner en la misma frase las palabras "coordinación", "consenso" y "todas las Comunidades Autónomas", sin que el resultado se quede en poco más que un brindis al sol?
Al final el texto lo pactaron el PP, el PSOE y el grupo Entesa Catalana de Progrès. Me los imagino discutiendo, transaccionando y consumiendo tiempo y tiempo.
Al final, supongo que todos se fueron tranquilos a sus casas pensando, "hoy me he ganado el sueldo".
Y la cordinación sociosanitaria... "De eso tenemos que hablar algún día".
Muy buena entrada. Tienes toda la razón. El tema de lo sociosanitario se repite una y otra vez por parte de empresas y especialmente de políticos sin que nadie pase de los buenos propósitos y la teoría a algo mínimamente concreto. Esto se está convirtiendo en una especie de Matrix: un mundo que vivimos / sufrimos todos los días los que trabajamos en el sector y un mundo paralelo imaginario que nos venden casi como sí ya estuviera aquí o fuera el real, que es el que nos cuentan en los congresos. Debemos tener algún tipo de predisposición genética para que nos guste seguir yendo a verlo y escucharlo, año tras año, congreso tras congreso, sabiendo que no es real. Nos atraen las utopías, somos así de simples. Por cierto, nos vemos en Edad&Vida :)
ResponderEliminar