Una de las tareas más difíciles que puede desarrollar un ser humano es la de gobernar la vida de otros seres humanos. Bueno, gobernar "bien" la vida de otros.
Me imagino lo complicado que debe ser tener todo un país en la cabeza, sopesando las decisiones, sabiendo que gastar en una cosa supone no poder gastar tanto en otra o, algo no desdeñable: que ser capaz de encontrar a alguien capacitado para encabezar un ministerio o una secretaría de estado puede suponer que las políticas a desarrollar tengan más o menos éxito, pudiendo llegar el titular a hacer sombra al propio líder.
Como aficionado a la política, me parece que los momentos de crisis (sustitución de ministros) son muy interesantes.
Me pareció muy significativa en 2008 la creación del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte. Por un lado nos daba señales claras de que "eso de la dependencia" no le preocupaba lo suficiente como para que tuviese entidad propia, además, frente al Ministerio Pupurri puso a una persona que parecía preparada y decidida a ser la Ministra de Educación pero que se había encontrado con que, de propina le habían metido dos cosas más. Después resultó que la Sra. Cabrera era una de esas políticas grises pero que van haciendo. Incluso nos sorpendió un día con un arranque de sinceridad cuando dijo que la crisis económica podría llegar a tener algún efecto en el desarrollo de la Ley de Dependencia.
Cuando la política social, y por ende la dependencia, pasó a depender de Sanidad y se puso a la cabeza a Trinidad Jiménez pensé que nuestro sector iba a ganar espacio en la agenda del presidente. Trinidad Jiménez puede ser muchas cosas pero no es gris: ella nunca hubiese dicho que la Ley de Dependencia se podría ver afectada por la crisis. Ella dice que los presupuestos de dependencia seguirán creciendo, mete la tijera en forma de anulación de la retroactividad, reduce el Plan Concertado y después nos convence de que no ha habido recorte.
¿Qué quiere decir ahora que Leyre Pajín sea la nueva Ministra? A mí he ha cogido totalmente descolocado. Una cosa es dar a un ministerio "perfil político" pero otra es sólo darle ese perfil. Me cuesta mucho creer que entre las filas socialistas, entre los políticos/técnicos que gobiernan desde ese partidos en grandes ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas.. no haya encontrado nuestro Presidente del Gobierno a una persona con una trayectoria en la que hubiese experiencia en gestión política de algo relacionado con la sanidad o los serivicios sociales. O a alguien que gozase de una autoridad profesional que, a priori le hiciese merecedor de confianza.
A mi entender el Presidente ha optado por la fidelidad política por encima de todo lo demás. No creo que con el nombramiento haya persequido un arreglo a la deficiente aplicación de la Ley de Dependencia o, por lo menos la búsqueda de un sistema de relación con las comunidades autónomas que permitan aplicar la actual ley de una forma más pacífica.
No me cabe duda de que en la mente del Presidene la Ley de Dependencia no ocupa más que un especio residual. Estoy convencido de que el hecho de que esté sirviendo para repartir dinero entre las familias en vez de prestar servicios ya le parece bien porque lo ve como una medida contra la crisis más que contra la dependencia.
Por eso Zapatero ha elegido a una luchadora más que a una gestora, y supongo que la victoria a que aspiriará la Sra. Pajín no será la de la mejora de la Ley de Dependencia sino la de las elecciones del 2012.
Como a menudo me equivodo, espero hacerlo esta vez también. En este foro no hablo de fútbol pero yo fui de los que pensé que Guardiola no llegaría a ver la Navidad, cuando lo nombraron entrenador en verano.
Si la Sra. Pajín gana seis copas, aceptaré mi error desde este blog.
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