viernes, 14 de julio de 2006

UNIFICACIÓN PATRONAL PAUSADA

La unificación de patronales, a los ojos de los observadores externos, está siendo como un juego de prestidigitación en el que el mago acaba sorprendiendo a todos con lo que no se esperaban: “¡Vean cómo meto dos palomas en el sombrero y se convierten en una!. Abra cadabra. Un, dos, tres, toque de varita y ¡Sorpresa!” salen tres palomas. Después resulta que una no es exactamente una paloma pero la sorpresa ya se ha producido y los que esperaban ver lo prometido quedan decepcionados y tristes. Alguien se pregunta ¿pero, qué ha pasado dentro del sombrero?. Eso es lo de menos,
¡Que siga el espectáculo! Otro toque de varita y vuelve a haber sólo dos pero una parece convertirse en gaviota y otra en gorrión.

Sé que parece que estoy trivializando el proceso de unificación pero por desgracia esta es la sensación que están teniendo muchos directores de residencias, centros de día y otros servicios geroasistenciales ante el cúmulo de acontecimientos que han sucedido durante las últimas semanas y que sólo unos cuantos han podido conocer en primera persona.

Si estuviésemos hablando de la banca o del sector asegurador, las noticias hubieran tenido repercusión en todos los medios. Como estamos en éste, sólo uno, N&G, está dando amplia cobertura a lo que va sucediendo, con el riesgo que conlleva que alguien intente matar al mensajero.

En la situación actual lo que parece cierto es que, tras el primer intento de unificación, quien va a marcar el paso en los próximos meses será la FED. Las dos vocalías que ha conseguido la CEAD en la CEOE (cuando la FNM sólo tiene una) ha sido un triunfo parcial; la creación misma de la FED (fusión de CEAD más asociaciones escindidas de la FNM) ha sido otro. Pero no podemos olvidar que lo que realmente servirá para valorar si hay un triunfador o una unificación real será la constitución de la mesa de negociación del próximo convenio colectivo a finales de 2007.

Hasta entonces hay que ver cómo cuaja la FED y cuál es la reacción de la FNM tras el nombramiento de su nuevo presidente. No parece que en el corto plazo vaya a haber un acercamiento entre ambas patronales. La clave para que éste se produzca está, igual que hace unos meses, en la figura del vicepresidente de la FNM, cuya salida es considerada conditio sine qua non por parte de muchos de responsables de la FED. Lo que es diferente ahora respecto a hace unos meses es que entonces muchos veían desde la CEAD que José Joaquín García (Pucho) podría tener un papel en la nueva patronal unificada pero ahora esta opción ni se considera.

Sería muy recomendable para todos que, consolidada la FED, se produjese un acercamiento con la FNM, pero sin duda el “factor Pucho” tiene todos los visos de seguir siendo la clave de todo.

Si el acercamiento se convierte en imposible sólo le quedará a la FED intentar llegar a la constitución de la mesa como patronal más representativa en la negociación del convenio y, desde esa situación, establecer las reglas del juego convenciéndonos a todos de que la unificación de patronales es la FED. Lo que sucede es que si llegase esa situación, veríamos que la partida volvería a jugarse en un terreno que Pucho domina totalmente (como ha demostrado en anteriores ocasiones) y en el que podría volver a haber sorpresas.

Así las cosas, ahora es la hora de que cada organización, desde sus posiciones, prepare una estrategia y la lleve a cabo. El gran problema es que, mientras todo esto sucede, se están tramitando las enmiendas a la Ley de Dependencia. La Ley se aprobará y se empezarán a elaborar los reglamentos. Es un período crucial en el que una patronal unida y fuerte podría hacer una labor de lobby que intentase ajustar las propuestas que se hagan a la realidad del sector.

La FNM y la FED, cada uno por su lado también pueden intentar influir, pero, no nos engañemos, la unión no hace la fuerza, la unión es la fuerza y para alcanzarla vale la pena hacer sacrificios.

Una prueba de lo que está pasando o puede pasar es el medio millar de enmiendas presentadas al proyecto de Ley de Dependencia. El partido más enmendador es el Bloque Nacionalista Galego seguido por el Partido Popular. Los más contundentes, CiU, PNV y EA que presentaron sendas enmiendas a la totalidad que fueron rechazadas en junio.

Dentro de las enmiendas hay de todo aunque abundan las que persiguen potenciar más la intervención de las comunidades autónomas y las que piden un modelo más “público”, o sea con menos apoyo en el sector privado. También sobre el sistema de financiación y su permanencia en el tiempo hay varias propuestas que buscan cambiar el modelo de convenios anuales. Sería muy difícil estructurar las 500 ya que vienen de partidos muy diferentes. Lo que está claro es que el gobierno y el partido que lo sustenta (que también ha presentado enmiendas) tiene ante sí una ardua labor ya que necesitará ser muy hábil para que la obtención de apoyos puntuales no le lleve a introducir cambios en diferentes sentidos que quiten aplicabilidad a la Ley.

En este momento, en el que parece que el desenlace del primer acto (aprobación de la Ley) está cerca, todavía hay campo para el optimismo aunque éste sería mucho mayor si, como decía, hubiese un interlocutor único y fuerte que hablase desde el sector geroasistencial mercantil.

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