Hace unas semanas propuse un tema en Linkedin que ha generado una serie de opiniones. Empezaba preguntando:
¿Qué opináis de este grupo que se ha formado en Madrid llamado "Marea de Residencias"?
Recomiendo leer el hilo de comentarios.
Me he puesto a responder a uno pero me ha salido demasiado largo así que me permito ponerlo aquí:
David, he visitado residencias en unos quince países, en algunos como Rumanía (casi todas públicas) el nivel comparado con las españolas diríamos que es bajo. En otros, como en Suecia o Noruega (públicas y privadas), el nivel sería súper alto. Lo que tienen en común esos países con España, Estados Unidos o Singapur es que casi nadie quiere ir a una residencia porque ir a una residencia es que la necesitas, o sea que eres dependiente. La literatura nos da una señal de lo que pasa. Posiblemente en Suecia el modelo residencial es de los más avanzados, en cambio, cuando Jonas Jonasson escribe "El anciano que se escapó por la ventana y se largó", pinta una residencia deprimente. Lo mismo pasa en Finlandia donde también tienen un sistema, podríamos decir, más avanzado que el nuestro, allí Ninna Lindgren escribe "Tres abuelas y un cocinero muerto" y vuelve a pintar la residencia como algo bastante negativo.
En España, donde calculo habré visitado unas 400 residencias públicas y privadas no veo que las públicas, con un coste asistencial por persona bastante más elevada que las privadas, ofrezcan un nivel de calidad superior (nadie ha hecho un estudio objetivo para demostrarlo por lo que puedo equivocarme).
El problema es que en España afrontamos un trilema maldito. Queremos residencias de muy buena calidad con muchos empleados bien pagados y que resulten baratas. No podemos tener las tres cosas. A nivel global considero que tenemos residencias de una calidad correcta con personal suficiente tirando a justo y unos salarios bastante bajos.
En Suecia o Suiza una plaza en una residencia puede costar ente 6.000 y 7.000 Euros al mes. Allí también dicen que falta personal cuando sus ratios suelen ser de un 0,8 (o sea casi un empelado a jornada completa por cada residente), pasando a veces del 1. En España la mayor parte de residencias tienen una ratio de personal de entre el 0,4 y 0,65 (algo más de lo que piden las leyes). Lo ideal sería que la ratio fuese del 0,75 y que las gerocultoras cobrasen 1.500 Euros al mes. Tendríamos residencias mejores con un precio de unos 3.500 Euros al mes que muy pocas personas o admnistraciones podrían pagar.
Cuando se habla de alternativa a las residencias veo que, efectivamente, deberían existir, pero lo que he visto fuera, tipo cohousing o viviendas compartidas, son más soluciones para personas mayores autónomas más que para dependientes.
La mejor alternativa a las residencias es una buena atención domiciliaria con apoyo de centros de día pero, no con cuatro horas a la semana sino con cuarenta, o sea, unas cinco y media al día repartidas en dos o tres veces. Los países en que se aplica (Dinamarca, Suecia, Holanda) sin embargo, no acaban teniendo menos residencias sino personas mejor atendidas en todas las fases de la dependencia.
Perdón por el rollo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario