Al principio, eran muchísimas las cosas que nos sorprendían,
tanto en la distribución de espacios como en la organización del trabajo y en
la atención a mayores. Ahora, tras haber
vuelto recientemente de un viaje a Dinamarca he tenido la ocasión de conocer la
última residencia que se ha abierto en la zona de Barcelona, Sanitas Mayores en Cornellá. La verdad es que resulta reconfortante saber
que en la actualidad empieza a haber más cosas que nos unen con países nórdicos
que las que nos separan.
Una de las dos terrazas ajardinadas |
Desde el principio en los viajes vimos residencias en las
que no se usaban contenciones, la tendencia a reducir su uso también llegó a
España. Ahora me ha parecido muy
interesante ver que la nueva residencia de Sanitas en Cornellá nace con la idea
de no usarlas nunca.
Un puf sustituye a ratos al sillón en una residencia sin contenciones |
Camas bajas que permiten no utilizar barandillas |
Visito una residencia con una distribución arquitectónica
más parecida a las escandinavas que al modelo tradicional. Eso quiere decir que notas un esfuerzo para
que todo parezca más “una casa” que “una residencia”; con unidades para hacer
vida en grupos reducidos con otras personas que tenga un parecido nivel de
dependencia y manteniendo relación con los mismos cuidadores y profesionales.
Hace poco, participé en unas Jornadas sobre arquitectura yAlzheimer en las que Graham Stokes, director general de cuidados de la demencia
en Bupa, matriz de Sanitas en Reino Unido, y uno de los mayores expertos en
demencia de la actualidad, explicó cómo, por desgracia la cura de la enfermedad
de Alzheimer está todavía lejana por lo que vamos a tener que acostumbrarnos a
vivir en una sociedad en la que millones de personas necesitarán de cuidados y
apoyo.
Me parece ver una plasmación de sus palabras en esta
residencia que parece concebida desde su principio para atender a personas con
deterioro cognitivo: la gran proporción de habitaciones individuales, la señalización
interna, el uso de la luz y de los colores o la sala de estimulación cognitiva
Snoezelen, me recuerdan a residencias que he visitado en Estocolmo, Copenhague
y Escocia.
Y algo que por nuestras latitudes solemos dejar desatendido
como es el exterior, en esta residencia se ha afrontado mediante el uso de unas
grandes terrazas que se abren como extensiones de los espacios interiores.
Llevo más de veinticinco años visitando residencias, antes
como inspector y ahora como observador curioso y me gusta ver que el concepto
de residencia avanza y se adapta a la realidad cambiante de una sociedad que
envejece rápidamente.
Tal como va ese proceso de envejecimiento, si queremos
mantener 4,5 plazas de residencias de mayores por cada 100 personas de más de
65 años, la inauguración de una nueva residencia no debiera ser algo que llame
la atención. Para mí esta residencia sí
me ha parecido interesante y llamativa.
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