¿Son mejores las residencias de hoy que las de hace cinco años? La revista Consumer Eroski parece haber encontrado una respuesta a esta pregunta y ha decidido publicarla en su segundo informe (el primero fue en 2005) con el título “sigue habiendo poca plazas y cada vez son más caras”. Para redactarlo han visitado 125 residencias públicas, concertadas y privadas, concluyendo que la calidad ha mejorado e indicando que la mejor opción es hoy ingresar en una residencia pública o concertada.
Vale la pena leer el informe y pararse en un detalle: Los centros públicos tienen un precio medio de 1.174 Euros al mes frente a los 1500 de los privados (resultados parecidos a los del último informe de precios de residencias privadas de Inforesidencias.com que situaba el precio en unos 1.600€/mes). Pero ¿cuál es el coste de atender a los residentes que viven en residencia públicas? Esto, lógicamente, no aparece aunque yo me atrevería a apuntar que muy pocas plazas públicas gestionadas por la administración tienen un coste real inferior a los 3000€ que acaban saliendo en su mayor parte del presupuesto público.
Siguiendo con el informe, el 87% de las residencias públicas obtienen una calificación de “muy bien” frente a un 84% de las concertadas y un 73% de las privadas.
Hasta aquí todo muy bien pero, ¿se atrevería alguien a dar el siguiente paso y plantear una comparación “coste/resultado” entre los diferentes tipos de residencia? O sea, comparar cuánto le cuesta a la administración el mantenimiento de las plazas públicas y concertadas (y a los mayores la estancia en una residencia privada) viendo después el nivel de servicio que se recibe por ese precio. Para poder hacer esa comparación necesitaríamos para empezar algún dato más que no nos ofrece el informe ya que sería conveniente considerar por separado las residencias públicas gestionadas por la propia administración y aquéllas que tienen la gestión encomendada a una empresa.
Imaginemos que, después de obtener esos datos llegásemos a la conclusión que una plaza en una residencia pública gestionada por la administración cuesta 3.200€ al mes, una pública gestionada por una empresa 2.000€, una plaza concertada 1.700€ y una privada 1.500€. Sigamos imaginando y pensemos que descubriéramos que el nivel de calidad es parecido entre los tres primeros tipos y baja un poco en el cuarto. ¿Se imaginan cómo ayudaría a todos a comparar y a elegir?. Por desgracia no sabemos cuánto le cuesta a las administraciones una plaza de las públicas gestionadas directamente y, también por desgracia, a parte de iniciativas como las de Eroski, no tenemos estudios objetivos que nos permitan comparar los centros.
Si no se acompaña la comparación “objetiva” con una reflexión de “coste”, podría parecer que las residencias privadas cuestan más y son peores. Estoy seguro que muchas personas de las que han leído el informe sin más información, pensarán que las residencias públicas, por poco más de 1.100 Euros, dan mejores servicios que las privadas que encima son más caras. Estas personas acabarán, seguramente con la idea de que los empresarios del sector están haciendo algo incorrecto. Esto no sólo no es cierto sino que además puede abonar argumentos contrarios a la prestación privada de servicios de atención a mayores, un elemento sin el cual no será posible el desarrollo del sistema de dependencia.
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