Consideración previa
Una residencia de mayores es un servicio
que combina aspectos sustitutorios del hogar, apoyo personal y una cierta
atención sanitaria.
Estos servicios generalmente incluyen servicios
hoteleros, manutención y apoyo en las actividades de la vida diaria (AVD) con atención
profesional las 24 horas además de otros servicios como rehabilitación, fisioterapia,
terapia ocupacional y apoyo psicológico. No todas las residencias ofrecen
exactamente los mismos servicios por lo que, en el proceso de búsqueda de la
residencia adecuada deberemos preguntarnos previamente qué necesita y qué
quiere la persona que va a ingresar para lo que resulta fundamental, siempre que
sea posible, preguntárselo.
Quizás necesitamos un ingreso temporal en
una residencia tras un alta hospitalaria o porque la persona cuidadora habitual
no pueda atender al mayor o necesite un respiro. Es importante saberlo ya que en esos casos
valoraremos cosas diferentes que si se busca un ingreso como una solución
indefinida.
Ocho pasos en el proceso de búsqueda de una residencia
de mayores adecuada
1. Hacer una lista de lo que es importante para el mayor y la familia.
2. Pedir consejo. Hable con amigos que
sepa han tenido una buena experiencia en una residencia, parientes,
trabajadores sociales, personal sanitario y otras personas que le generen
confianza y sepan del tema. Escuche qué tienen que decirle.
3. Entrar en internet: Aunque en
internet hay de todo, es bueno acudir a páginas serias como Inforesidencias.com
en las que disponemos de buscador de residencias on line; un comparador de
residencias y una herramienta muy importante: El indicador de transparencia que
permite saber cuan transparente es una residencia, o sea, qué datos comparte en
internet (precios, contrato que hay que firmar, cuánto personal trabaja en la
residencia e incluso las actas de inspección). Usemos Internet para comprobar
las referencias que nos han dado personas en las que confiamos. ¿Ingresarías a un
ser querido en una residencia que no fuese transparente? Después de este paso ya podemos tener una lista
de residencias de tercera edad con las que queremos contactar.
4. Llamar. Póngase en contacto con cada
lugar en su lista. La primera impresión es muy importante. ¿Le dan alguna
información directamente? ¿Son atentos? ¿Le ofrecen rápidamente poder visitar
el centro?
5. Visitar. Es importante visitar
varias residencias y comparar cómo nos han atendido en cada una. Esto nos puede indicar cómo será la relación
con esa residencia y acaba siendo la elegida. Dediquemos un tiempo y fijémonos
en detalles de trato. Hablemos con algún familiar que nos encontremos, con empleados
y residentes
No tenga miedo
de hacer preguntas. Por ejemplo, pídale al personal que le explique cualquier
olor fuerte. Los malos olores pueden indicar un problema; los buenos pueden
ocultar un problema. Es posible que desee averiguar cuánto tiempo lleva
trabajando en la residencia quien se la esté enseñando o dónde se cocina. Como la confianza es fundamental en la relación
entre residencia, residente y familiares, es tan importante conocer las
respuestas como saber cómo se toman las preguntas.
6. Visitar de nuevo. En una página web del
gobierno de Estados Unidos introducen un paso diferente pero interesante: Haga
una segunda visita sin llamar con anticipación. Pruebe otro día de la semana y
otra hora del día para conocer a otros miembros del personal y ver diferentes
actividades. Pruebe a ir a la hora de comer. ¿Puede entrar? Muchas residencias no permiten entrar a
familiares durante la hora de las comidas para no molestar a otros residentes,
si es así, analice cómo le tratan para darle la negativa. Como en muchos aspectos, el trato es
fundamental.
7. Elegir: Después de haber considerado algunas
residencias de tercera edad , haber visitados unas pocas hay que dedicar un
tiempo a analizar entre todos los pros y
contras de cada una para hacer la elección.
De nuevo, si surgen dudas hay que llamar y aclararlas. Podemos probar a pedir alguna aclaración por
correo electrónico a ver cuánto tardan en contestar. Al final elegimos la que consideramos la
mejor opción.
8. Entender. Una vez elegida la
residencia de mayores que consideramos más adecuada, lea cuidadosamente el
contrato (lo mejor es que el contrato esté publicado en la página web y que no
tenga que pedirlo. Las
mejores residencias publican su contrato en su ficha de Inforesidencias.com)
y el reglamento de régimen interior donde aparecen los horarios y otros
aspectos relevantes. Pregunte al director o directora sobre cualquier cosa que
no entienda. Pídale a un buen amigo o familiar que lea el contrato antes de
firmarlo. Todas las residencias de
España reciben inspecciones de los servicios sociales autonómicos, las
más transparentes hacen públicas sus actas de inspección borrando los datos de
carácter personal.
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