El año pasado me llamó la
atención una
noticia según la cual una persona de 68 años, o sea, alguien que según el
criterio popular es “mayor”, no había sido admitido en un prestigioso curso de
escritura creativa por motivos de edad.
El caso fue relevante en
Estados Unidos donde los baby-boomers, o sea, los que nacieron entre los
cincuenta y sesenta del siglo XX, representan un importante número, muchos de
ellos están jubilados y mantienen capacidad económica y ganas de hacer cosas.
La escuela de escritores
se defendió diciendo que el relato que había enviado el candidato no había
pasado las pruebas de calidad; éste a su vez criticó que en los últimos años
ningún candidato de más de cincuenta años había sido aceptado en el curso al
que aspiran 15 persona por plaza ofertada.
Como al evaluar las candidaturas
los jueces no saben la edad ni el sexo del escritor, al final el buen hombre se
quedó sin curso.
Lo que me supo mal de la
noticia es que daba a entender que hay una edad a la que una persona ya no
puede ser escritora, algo que se contradice totalmente con la realidad.
Certamen literario "Pienso en tí"
Y prueba de ello es el concurso literario “Pienso
en ti” , convocado por Sanitas Mayores y dirigido a personas de todas las edades, relacionadas de alguna manera con el
Alzheimer (familiares, profesionales, pacientes).
Una
gran oportunidad para que todo aquél que se encuentre dentro del colectivo y
sienta dentro el gusanillo de la
escritura, le dedique un rato y presente su candidatura. Sólo hay que escribir entre 3 y 15 páginas y
enviarlas antes del 15 de junio de 2018 (bases
completas del certamen). Además,
como premiarán 12 relatos que se publicarán en un libro, las posibilidades de
ganar son mucho más grandes que en concursos con un único ganador.
Para
los que, leyendo en principio de este post, piensen que alguien mayor ya no puede
escribir algo que valga la pena, les recuerdo que Octavio Paz, premio Nobel de
literatura, escribió y publicó con más de 80 años. Y sin necesidad de acudir a
tan importante personaje, sólo hace falta darse una vuelta por las residencias
de mayores en cualquier punto de España, para descubrir a hombres y mujeres que
escriben historias, cuentos, relatos y poesías.
Hace
poco conocí a Mariana Verónica Gaianu, una mujer interesantísima que trabaja
como auxiliar en una residencia de Reus (Tarragona) y que dedica su tiempo
libre a escribir relatos sobre la vida en el centro, aquí
hay un ejemplo. Quiero decir que
también los profesionales pueden ser candidatos y que no hay que ser un gran
escritor para poder inventar algo y contarlo de una forma que sea entretenida y
enriquecedora.
Así
que, ánimo. Aprovechemos estos días en
que se acerca la fiesta del libro y
¡A
escribir todos y todas!
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