jueves, 22 de diciembre de 2016

¿Tenemos motivos para ser optimistas (viendo cómo están las cosas)?

Acabamos de enviar el boletín NGD Gestión de la Dependencia y en él he publicado una columna de opinión sobre si tenemos o no motivos para ser optimista viendo cómo están las cosas.

Os invito a leerlo y después a volver aquí para decidme lo que os ha parecido.

Aquí tenéis el enlace al texto  que empieza así:

Acabamos el año con una sensación bastante peculiar. Por un lado parece que el crecimiento económico y la paulatina creación de empleo nos ha devuelto algo de optimismo y vamos a tener unas fiestas en las que casi todo el mundo gastará más que el año pasado. Los salarios se incrementan poco, aunque más que la inflación, los bancos vuelven a prestar dinero y el precio de la vivienda vuelve a subir.

Los pesimistas verán en ello el germen de la nueva crisis ya que hemos salido de ésta sin arreglar los problemas de fondo, otros muchos pensarán que a ellos no les ha llegado la mejoría; pero la verdad es que palpando el ambiente se nota de que algo en la economía está cambiando a mejor.
Y aún así la sociedad vive con una sensación de que, en su conjunto, el mundo está empeorando. Ya sea por los recientes atentados que nos hacen sentir inseguros con el terrorismo a la puerta de casa; por el cambio climático y sus lluvias torrenciales; por el aumento de la desigualdad; por la victoria de Trump en Estados Unidos; por las imágenes de los refugiados temblando de frío y hambre...


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